La Presentación de Jesús en el Templo – 2ª lectura 14 Porque así como los hijos comparten la sangre y la carne, también él participó de ellas, para destruir con la muerte al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, 15 y liberar así a todos los que con el miedo a la muerte estaban toda su vida sujetos a esclavitud. 16 Porque es seguro que él no asumió a los ángeles sino al linaje de Abrahán. 17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, a fin de ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en las cosas que se refieren a Dios, para expiar los pecados del pueblo. 18 Por haber sido puesto a prueba en los padecimientos, es capaz de ayudar a los que también son sometidos a prueba. Comentario a Hebreos 2,14-18 Este pasaje es uno de los más bellos textos sobre la Encarnación. Para llevar a cabo la salvación de los hombres, Jesucristo debí...