Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Ciego

La fe de Bartimeo (Mc 10,46-52)

30º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 46 Llegan a Jericó. Y cuando salía él de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un ciego, Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al lado del camino pidiendo limosna. 47 Y al oír que era Jesús Nazareno, comenzó a decir a gritos: —¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí! 48 Y muchos le reprendían para que se callara. Pero él gritaba mucho más: —¡Hijo de David, ten piedad de mí! 49 Se paró Jesús y dijo: —Llamadle. Llamaron al ciego diciéndole: —¡Ánimo!, levántate, te llama. 50 Él, arrojando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús. 51 Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que te haga? —Rabboni, que vea —le respondió el ciego. 52 Entonces Jesús le dijo: ...

Curación del ciego de nacimiento (Jn 9,1-41)

4º domingo de Cuaresma – A. Evangelio 1 Y al pasar vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos: —Rabbí, ¿quién pecó: éste o sus padres, para que naciera ciego? 3 Respondió Jesús: —Ni pecó éste ni sus padres, sino que eso ha ocurrido para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Es necesario que nosotros hagamos las obras del que me ha enviado mientras es de día, porque llega la noche cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras estoy en el mundo soy luz del mundo. 6 Dicho esto, escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, lo aplicó en sus ojos 7 y le dijo: —Anda, lávate en la piscina de Siloé —que significa: «Enviado». Entonces fue, se lavó y volvió con vista. 8 Los vecinos y los que le habían visto antes, cuando era mendigo, decían: —¿No es éste el que estaba sentado y pedía limosna? 9 Unos decían: —Sí, es él. Otros en cambio: —De ningún modo, sino que se le parece. Él decía: —Soy yo. 10 Y le preguntaban: —¿Cómo se t...