27º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 6 Por esta razón, te recuerdo que tienes que reavivar el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos, 7 porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino de fortaleza, caridad y templanza. 8 Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por el Evangelio con fortaleza de Dios. 13 Ten por norma las palabras sanas que me escuchaste con la fe y la caridad que tenemos en Cristo Jesús . 14 Guarda el buen depósito por medio del Espíritu Santo que habita en nosotros. Comentario a 2 Timoteo 1,6-14 El rito de la imposición de las manos, mencionado también en 1 Tm 4,14 , comunicaba el don del ministerio apostólico. La Iglesia ha conservado intactos estos elementos esenciales del sacramento del Orden: la imposición de las manos y las palabras consecratorias del Obispo (cfr Pablo VI , Pontificalis Romani recognitio ). El «don de Dios» (v. 6...