3º domingo de Adviento – C. 2ª lectura 4 Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. 5 Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres. El Señor está cerca. 6 No os preocupéis por nada; al contrario: en toda oración y súplica, presentad a Dios vuestras peticiones con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios que supera todo entendimiento custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Comentario a Filipenses 4,4-7 Son admirables estas palabras de San Pablo, si se tiene en cuenta que cuando escribe la epístola está encadenado y en la cárcel. Para la verdadera alegría no es obstáculo que las circunstancias en que se desarrolla la existencia de una persona sean difíciles o dolorosas. «Ésta es la diferencia entre nosotros y los que no conocen a Dios —dice San Cipriano—: ellos en la adversidad se q...