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Mostrando las entradas etiquetadas como Elías

Elías y la viuda de Sarepta (1 R 17,10-16)

32º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 10 Elías se levantó y se marchó a Sarepta. Entraba por la puerta de la ciudad cuando una mujer viuda recogía leña. La llamó y le dijo: —Por favor, tráeme en un vaso un poco de agua para beber. 11 Cuando ella iba a buscar el agua, él la llamó y le dijo: —Por favor, tráeme en tus manos un trozo de pan. 12 Ella contestó: —Vive el Señor, tu Dios, que no tengo ni una hogaza: sólo un puñado de harina en el cuenco y un poco de aceite en la alcuza. Ahora estoy recogiendo un par de leños para ir a prepararlo para mi hijo y para mí. Lo comeremos y luego moriremos. 13 Le dijo Elías: —No tengas miedo. Anda, haz lo que dices; pero primero hazme a mí con eso una torta pequeña y tráemela; después vete y hazla para ti y para tu hijo. 14 Porque esto ha dicho el S...

Levántate y come que te queda un largo camino (1 R 19,4-8)

19º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 4 Luego anduvo una jornada por el desierto y vino a sentarse debajo de una retama. Y se deseó la muerte diciendo: —Ya es demasiado, Señor, toma mi vida pues yo no soy mejor que mis padres. 5 Se echó y se quedó dormido debajo de la retama. De pronto, un ángel le tocó y le dijo: —Levántate y come. 6 Miró a su cabecera y había una torta asada y un jarro de agua. Él comió y bebió; luego se volvió a echar. 7 El ángel del Señor volvió a tocarle por segunda vez y le dijo: —Levántate y come porque te queda un camino demasiado largo. 8 Se levantó, comió y bebió; y con las fuerzas de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios. Comentario a 1 Reyes 19,4-8 Elías repite en cierto modo el camino del pueblo ...

Elías en el Horeb (1 Re 19,9.11-13b)

19º domingo del Tiempo ordinario – A . 1ª lectura 9 Allí entró en una cueva donde pasó la noche. Entonces le llegó la palabra del Señor diciéndole: —¿Qué te trae aquí Elías? 11 El ángel dijo: —Sal y quédate en la montaña, delante del Señor. Entonces el Señor pasó y un viento fortísimo conmovió la montaña y partió las rocas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Detrás del viento, un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. 12 Detrás del terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Detrás del fuego, un susurro de brisa suave. 13 Cuando  Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se detuvo a la puerta de la cueva. «Volviendo a andar el camino del desierto hacia el lugar donde el Dios vivo y verdadero se reveló a su pueblo, Elías se recoge como Moisés “en la hendidura de la roca” hasta que “pasa” la presencia misteriosa de Dios (cfr 1 R 19,1-14; Ex 33,19-23). Pero solamente en el monte de la Transfiguración se dará ...

Vocación de Eliseo (1R 19,16b.19-21)

13º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura En aquellos días, el Señor dijo a Elías: – 16b A Eliseo, hijo de Safat, de Abel-Mejolá, lo ungirás profeta sucesor tuyo. 19 Elías se marchó de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes por delante; él iba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó el manto por encima. 20 Él dejó los bueyes y corrió detrás de Elías diciendo: —Permíteme ir a besar a mi padre y a mi madre, y te seguiré. Le respondió: —Vete y luego vuelve, porque ¿qué es lo que te he hecho? 21 Aquél se dio la vuelta, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó. Con los yugos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que comieran. Después se preparó y siguió a Elías poniéndose a su servicio. La respuesta de Eliseo a la llamada de Elías es ejemplar: deja todo y se pone al servicio del profeta. Así será también la respuesta de los Apóstoles a Jesús (cfr Mt 4,20.22; etc.) y así habrá de ser la respu...

Resurrección del hijo de la viuda de Sarepta (1R 17, 17-24)

10º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 17 Después de todo esto, el hijo de la viuda cayó enfermo, y su enfermedad se agravó hasta el punto de que al niño ya no le quedó aliento. 18 Entonces ella le dijo a Elías: —¿Qué tengo que ver yo contigo, hombre de Dios? ¿Has venido para recordarme mi pecado y traer la muerte a mi hijo? 19 Él le contestó: —Déjame a tu hijo. Lo tomó de su regazo, lo llevó a la habitación de arriba donde él residía y lo acostó sobre su cama. 20 Después clamó al Señor y dijo: —¡Señor, Dios mío! ¿También vas a hacer daño a la viuda que me ha dado hospedaje dejando morir a su hijo? 21 Se tendió tres veces sobre el niño y clamó al Señor diciendo: —¡Señor, Dios mío, que la vida de este niño vuelva a él! 22 El Señor escuchó la voz de Elías y la vida del niño volvió de nuevo a él, y revivió. 23 Elías tomó al niño y lo bajo de la habitación alta de la casa. Lo entregó a su madre y le dijo: —Mira a tu hijo vivo. 24 Respondió la mujer a Elía...