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Mostrando las entradas etiquetadas como Salvación

¡El Señor salva a su pueblo, al resto de Israel! (Jr 31,7-9)

30º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 7 Porque esto dice el Señor: «Lanzad gritos de alegría por Jacob, cantad himnos de gozo a la capital de las naciones. Anunciad, alabad y pregonad: “¡El Señor salva a su pueblo, al resto de Israel!” 8 Mirad que los traigo de la tierra del norte, de los confines de la tierra los reúno. Con ellos vienen ciegos y cojos, embarazadas y paridas juntas, una enorme comunidad vuelve acá. 9 Vendrán con llantos, los guiaré entre súplicas, los conduciré a corrientes de agua, por camino llano, sin tropiezo, porque Yo soy padre para Israel, y Efraím es mi primogénito. Comentario a Jeremías 31,7-9 Los oráculos contenidos en el capítulo 31 de Jeremías se centran en la promesa de que Israel volverá a revivir las experiencias de sus orígenes en el éxodo, cuando gozó ...

Experimentó la muerte en beneficio de todos (Hb 2,9-11)

27º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 9 A aquel que fue hecho por un momento inferior a los ángeles, a Jesús, le vemos coronado de gloria y honor a causa de la muerte padecida. De modo que, por gracia de Dios, experimentó la muerte en beneficio de todos. 10 Porque convenía que Aquel para quien y por quien son todas las cosas, habiéndose propuesto llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase mediante los sufrimientos al que iba a llevarlos a la salvación. 11 Porque quien santifica y quienes son santificados vienen todos de uno solo; por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos. Comentario a Hebreos 2,9-11 Se apli­can a Cristo las palabras del Sal 8, que canta la grandeza de Dios y la dignidad del hombre, ya que Cristo es la perfección de la humani­dad, el hombre perfecto, que con su obe­diencia y humil­dad, su pasión y muerte fue hecho inferior a los ángeles, pero mer...

Jesús, exaltado en la cruz, es causa de salvación (Jn 3,14-21)

4º domingo de Cuaresma –B. Evangelio 14 Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre, 15 para que todo el que crea tenga vida eterna en él. 16 Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él no es juzgado; pero quien no cree ya está juzgado, porque no cree en el nombre del Hijo Unigénito de Dios. 19 Éste es el juicio: que vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que obra mal odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no le acusen. 21 Pero el que obra según la verdad viene a la luz, para que sus obras se pongan de manifiesto, porque han sido hechas según Dios. Comentario a Juan 3,14-21 Jesús explica a Nicodemo que para entenderle hace falta fe...

Deportación a Babilonia y regreso (2 Cr 36,14-16.19-23)

4º domingo de Cuaresma – B. 1ª lectura 14 Todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando en todo las abominaciones de las naciones; profanaron el Templo que el Señor se había consagrado en Jerusalén. 15 El Señor, Dios de sus padres, les envió advertencias con rapidez y sin cesar por medio de sus mensajeros, porque sentía compasión de su pueblo y de su Morada. 16 Pero ellos hicieron burla de sus mensajeros, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor contra su pueblo alcanzó un punto tal, que ya no hubo remedio. 19 Los caldeos incendiaron el Templo, demolieron los muros de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todas las cosas de valor. 20 Finalmente deportaron a Babilonia a todos los que se habían librado de la espada, sirviendo de esclavos suyos y de sus hijos hasta la llegada del reino persa. 21 Así se cumplió la palabra del Señor pronunciada por Jere­mías: «Hasta que el país l...

El Espíritu del Señor está sobre mí (Is 61,1-2a.10-11)

3º domingo de Adviento – B. 1ª lectura 1 El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para llevar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, anunciar la redención a los cautivos, y a los prisioneros la libertad; 2a para anunciar el año de gracia del Señor. 10 Con gran contento gozo en el Señor, y mi alma se alegra en mi Dios, porque me ha vestido con ropaje de salvación, me ha envuelto con manto de justicia, como novio que se ciñe la diadema, como novia que se adorna con sus joyas. 11 Como la tierra echa sus brotes, como el huerto hace germinar sus semillas, así, el Señor Dios hace germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. Comentario a Is 61,1-2.10-11 Con estilo denso y conciso este oráculo presenta al mensajero escatológico hablando en un soliloquio. Es otro de los textos claves del libro de Isaías. No es difícil encontrar puntos de contacto con los cantos del siervo, en especial con...

Dios quiere que todos los hombres se salven (1 Tm 2,1-8)

25º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 1 Te encarezco ante todo que se hagan súplicas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, 2 por los emperadores y todos los que ocupan altos cargos, para que pasemos una vida tranquila y serena con toda piedad y dignidad. 3 Todo ello es bueno y agradable ante Dios, nuestro Salvador, 4 que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. 5  Porque uno solo es Dios y uno solo también el mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre, 6 que se entregó a sí mismo en redención por todos. Éste es el testimonio dado a su debido tiempo. 7 Yo he sido constituido mensajero y apóstol de ese testimonio —digo la verdad, no miento—, doctor de los gentiles en la fe y en la verdad. 8 Por tanto, quiero que los hombres hagan oración en todo lugar, alzando sus manos inocentes, sin ira ni disensiones. Se ha de rezar por todos los hombres, no sólo por los amigos o bienhec...

Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo (Mc 16,15-20)

Ascensión del Señor – B. Evangelio En aquel tiempo se apareció Jesús a los once 15 y   les dijo: —Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura. 16 El que crea y sea bautizado se salvará; pero el que no crea se condenará. 17 A los que crean acompañarán estos milagros: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, 18 agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados. 19 El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios. 20 Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban. El segundo evangelio finaliza con un apretado sumario sobre las apariciones del resucitado. Estos versículos tienen un estilo distinto del resto del evangelio y faltan en algunos manuscritos. Con todo, ya sea que Marcos siguió de cerca un documento, ya sea u...