Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2024

Curó a muchos enfermos (Mc 1,29-39)

5º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 29 En cuanto salieron de la sinagoga, fueron a la casa de Simón y de Andrés, con Santiago y Juan. 30 La suegra de Simón estaba acostada con fiebre, y enseguida le hablaron de ella. 31 Se acercó, la tomó de la mano y la levantó; le desapareció la fiebre y ella se puso a servirles. 32 Al atardecer, cuando se había puesto el sol, comenzaron a llevarle a todos los enfermos y a los endemoniados. 33 Y toda la ciudad se agolpaba en la puerta. 34 Y curó a muchos que padecían diversas enfermedades y expulsó a muchos demonios, y no les permitía hablar porque sabían quién era. 35 De madrugada, todavía muy oscuro, se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, y allí hacía oración. 36 Salió a buscarle Simón y los que estaban con él, 37 y cuando lo encontraron le dijeron: —Todos te buscan. 38 Y les dijo: —Vámonos a otra parte, a las aldeas vecinas, para que predique también allí, porque para esto he venido. 39 Y pasó por toda Galilea predican

¡Ay de mí si no evangelizara! (1 Co 9,16-19.22-23)

5º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 16 Porque si evangelizo, no es para mí motivo de gloria, pues es un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no evangelizara! 17 Si lo hiciera por propia iniciativa, tendría recompensa; pero si lo hago por mandato, cumplo una misión encomendada. 18 ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, sin hacer valer mis derechos por el Evangelio. 19 Porque siendo libre de todos, me hice siervo de todos para ganar a cuantos más pueda. 22 Me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me he hecho todo para todos, para salvar de cualquier manera a algunos. 23 Y todo lo hago por el Evangelio, para tener yo también parte en él. Comentario a 1 Corintios 9,16-23 Anunciar a Jesucristo es una exigencia ineludible de todo cristiano (v. 18): «El verdadero apóstol busca ocasiones de anunciar a Cristo con la palabra: a los no creyentes para llevarlos a la fe; a los fieles, para instruirlos, confirmarlos y esti

La vida del hombre sobre la tierra es milicia (Jb 7,1-4.6-7)

5º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 1 ¿No es milicia la vida del hombre sobre la tierra, y sus días como los del jornalero? 2 Como esclavo que busca la sombra, como jornalero que espera el salario, 3 así he tenido yo que afrontar meses inútiles, me ha tocado pasar noches de dolor. 4 Al acostarme me pregunto: «¿Cuándo me levantaré?». Al hacerse de noche me lleno de pesares hasta el amanecer. 6 Mis días corrían como lanzadera pero se han parado por falta de hilo. 7 Recuerda que mi vida es como un soplo, que mis ojos no volverán a ver la dicha. Comentario a Job 7,1-7 Consciente de que su caso particular no es una excepción de la condición de hombre, Job aplica las afirmaciones generales (vv. 1-2) a su situación concreta (7,3-10). Las imágenes de la milicia y del asalariado son muy gráficas para expresar las penalidades que sufre el hombre durante su vida entera. Reflejan la enseñanza bíblica sobre la dramática situación en la que se encuentra el mundo como

El triunfo sobre el demonio (Mc 1,21-28)

4º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 21 Entraron en Cafarnaún y, en cuanto llegó el sábado, fue a la sinagoga y se puso a enseñar. 22 Y se quedaron admirados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene potestad y no como los escribas. 23 Se encontraba entonces en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu impuro, 24 que comenzó a gritar: —¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios! 25 Y Jesús le conminó: —¡Cállate, y sal de él! 26 Entonces, el espíritu impuro, zarandeándolo y dando una gran voz, salió de él. 27 Y se quedaron todos estupefactos, de modo que se preguntaban entre ellos: —¿Qué es esto? Una enseñanza nueva con potestad. Manda incluso a los espíritus impuros y le obedecen. 28 Y su fama corrió pronto por todas partes, en toda la región de Galilea. Comentario a Marcos 1,21-28 El relato de la actividad del Señor se abre con una «jornada» del Maestro en Cafarnaún: comienza por la ma

Libres de preocupaciones (1 Co 7,32-35)

4º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 32 Os quiero libres de preocupaciones. El que no está casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 el casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, 34 y está dividido. La mujer no casada y la virgen se preocupan de las cosas del Señor, para ser santas en el cuerpo y en el espíritu; la casada, sin embargo, se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Os digo esto sólo para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino en atención a lo que es más noble y al trato con el Señor, sin otras distracciones. Comentario a 1 Corintios 7,32-35 La excelencia de la virginidad —tanto de mujeres como de hombres— se fundamenta en el amor de Dios, al cual puede dedicarse el célibe con una exclusividad que no se da en la persona casada. «La respuesta a la vocación divina es una respuesta de amor al amor que Cristo nos ha demostrado de manera ­sublime (Jn 15,13; 3,16) (...). L

Pondré mis palabras en su boca (Dt 18,15-20)

4º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 15 Pues el Señor, tu Dios, suscitará de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo; a él habéis de escuchar. 16 Así lo pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: «No quiero seguir oyendo la voz del Señor, mi Dios, ni ver más este gran fuego, no vaya a morir». 17 Y el Señor me dijo: «Está bien lo que han dicho. 18 Les suscitaré un profeta como tú de entre sus hermanos; y pondré mis palabras en su boca; él les hablará cuanto yo le ordene. 19 Si alguno no escucha las palabras que hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que ose pronunciar en mi nombre una palabra que no le haya mandado decir, y el que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá». Comentario a Deuteronomio 18,15-20 Se trata de un texto clave para la institución del profetismo en Israel e, incluso, para el concepto de Mesías. El profeta es, junto con el rey y el sacerdote, una de las grandes instituciones d

Convertíos y creed en el Evangelio (Mc 1,14-20)

3º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 14 Después de haber sido apresado Juan, vino Jesús a Galilea predicando el Evangelio de Dios, 15 y diciendo: —El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está al llegar; convertíos y creed en el Evangelio. 16 Y, mientras pasaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, que echaban las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: —Seguidme y haré que seáis pescadores de hombres. 18 Y, al momento, dejaron las redes y le siguieron. 19 Y pasando un poco más adelante, vio a Santiago el de Zebedeo y a Juan, su hermano, que estaban en la barca remendando las redes; 20 y enseguida los llamó. Y dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se fueron tras él. Comentario a Marcos 1,14-20 Que Jesús comience su predicación cuando cesó la del Bautista está indicando que la etapa de las promesas ha finalizado ya, y que con Él y sus palabras comienza el Reino de Dios y, por tanto, la

El amor verdadero (1 Co 7,29-31)

3º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 29 Hermanos, os digo esto: el tiempo es corto. Por tanto, en lo que queda, los que tienen mujer, vivan como si no la tuviesen; 30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa. Comentario a 1 Corintios 7,29-31 La excelencia de la virginidad —tanto de mujeres como de hombres— se fundamenta en el amor de Dios, al cual puede dedicarse el célibe con una exclusividad que no se da en la persona casada. «La respuesta a la vocación divina es una respuesta de amor al amor que Cristo nos ha demostrado de manera ­sublime (Jn 15,13; 3,16) (...). La gracia multiplica con fuerza divina las exigencias del amor, que, cuando es auténtico, es total, exclusivo, estable y perenne, estímulo irresistible para todos los heroísmos. Por eso la elección del sagrado celibato ha s

La predicación de Jonás (Jon 3,1-5.10)

3º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 1 La palabra del Señor fue dirigida a Jonás por segunda vez, diciéndole: 2 —Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y pregona en ella el mensaje que voy a decirte. 3 Jonás se levantó y se encaminó a Nínive, con arreglo a la orden del Señor. Nínive era una gran ciudad ante Dios. Tres días hacían falta para recorrerla. 4 Estuvo Jonás deambulando un día entero por la ciudad, predicando y diciendo: —Dentro de cuarenta días Nínive será destruida. 5 Las gentes de Nínive creyeron en Dios. Convocaron a un ayuno y se vistieron de saco del mayor al más pequeño. 10 Dios miró sus obras, cómo se convertían de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había dicho que les iba a hacer, y no lo hizo. Comentario a Jonás 3,1-5.10) Se renueva la misión de Dios a Jonás. Si antes desobedeció (capítulos 1 y 2), ahora obedece. El éxito de la misión está asegurado, porque no depende de Jonás sino del Señor: tres días hacían falta para cruz

Venid y veréis (Jn 1,35-42)

2º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 35 Al día siguiente estaban allí de nuevo Juan y dos de sus discípulos 36 y, fijándose en Jesús que pasaba, dijo: —Éste es el Cordero de Dios. 37 Los dos discípulos, al oírle hablar así, siguieron a Jesús. 38 Se volvió Jesús y, viendo que le seguían, les preguntó: —¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: —Rabbí —que significa: «Maestro»—, ¿dónde vives? 39 Les respondió: —Venid y veréis. Fueron y vieron dónde vivía, y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. 41 Encontró primero a su hermano Simón y le dijo: —Hemos encontrado al Mesías —que significa: «Cristo». 42 Y lo llevó a Jesús. Jesús le miró y le dijo: —Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas —que significa: «Piedra». Comentario a Juan 1,35-42 Al narrar el encuentro de los primeros discípulos y Jesús se señalan varios de sus títulos:

Vuestros cuerpos son miembros de Cristo (1 Co 6,13c-15a.17-20)

2º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 13c El cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros por su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? 17 El que se une al Señor se hace un solo espíritu con él. 18 Huid de la fornicación. Todo pecado que un hombre comete queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. 19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? 20 Habéis sido comprados mediante un precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo. Comentario a 1 Corintios 6,13-20 El cristiano, cuerpo y alma, es miembro de Cristo (v. 15). Esta afirmación impresionante y novedosa es clave en la enseñanza paulina y en la doctrina cristiana: el cristiano ha sido incorporado a Cristo por el Bautismo y está destinado a permanecer estrech

Habla Señor, que tu siervo escucha (1 S 3,3b-10.19)

2º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 3b  Samuel estaba acostado en el Santuario del Señor donde estaba el arca de Dios. 4 Entonces el Señor le llamó: —¡Samuel, Samuel! Él respondió: —Aquí estoy. 5 Y corrió hasta Elí y le dijo: —Aquí estoy porque me has llamado. Pero Elí le respondió: —No te he llamado. Vuelve a acostarte. Y fue a acostarse. 6 El Señor lo llamó de nuevo: —¡Samuel! Se levantó, fue hasta Elí y le dijo: —Aquí estoy porque me has llamado. Pero Elí contestó: —No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte 7 —Samuel todavía no reconocía al Señor, pues aún no se le había revelado la palabra del Señor. 8 Volvió a llamar el Señor por tercera vez a Samuel. Él se levantó, fue hasta Elí y le dijo: —Aquí estoy porque me has llamado. Comprendió entonces Elí que era el Señor quien llamaba al joven, 9 y le dijo: —Vuelve a acostarte y si te llaman dirás: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Samuel se fue y se acostó en su aposento. 10 Vino el Señor, se

Tú eres mi Hijo, el amado, en ti me he complacido (Mc 1,7-11)

Bautismo del Señor – B. Evangelio 7 Juan predicaba: —Después de mí viene el que es más poderoso que yo, ante quien yo no soy digno de inclinarme para desatarle la correa de las sandalias. 8 Yo os he bautizado en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo. 9 Y sucedió que en aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y nada más salir del agua vio los cielos abiertos y al Espíritu que, en forma de paloma, descendía sobre él; 11 y se oyó una voz desde los cielos: —Tú eres mi Hijo, el amado, en ti me he complacido. Comentario a Marcos 1,7-11 El Bautista predicaba un bautismo de penitencia, y predicaba la llegada de Jesús como alguien «más poderoso que yo» (v. 7), cuyo bautismo será en «el Espíritu Santo». En efecto, el bautismo de Juan suponía reconocer la propia condición de pecador —«confesando sus pecados» (v. 5)—, puesto que tal rito significaba precisamente eso. Esta confesión de los pecados es distinta del sacramento c

Dios lo ungió con Espíritu Santo y poder (Hch 10,34-38)

Bautismo del Señor. 2ª lectura 34 Pedro comenzó a hablar: —En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en cualquier pueblo le es agradable todo el que le teme y obra la justicia. 36 Ha enviado su palabra a los hijos de Israel, anunciando el Evangelio de la paz por medio de Jesucristo, que es Señor de todos. 37 Vosotros sabéis lo ocurrido por toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y poder, y cómo pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Comentario a Hechos de los Apóstoles 10,34-38 La conversión del centurión pagano Cornelio al cristianismo es uno de los puntos culminantes del libro de los Hechos de los Apóstoles. Manifiesta la dimensión universal del Evangelio y hace ver que la fuerza del Espíritu Santo no conoce límites ni barreras. Por ello, como en otras ocasiones, Lucas lo narra dos veces:

Mira a mi siervo, a quien sostengo (Is 42,1-4.6-7)

Bautismo del Señor. 1ª lectura 1 Mira a mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien se complace mi alma. He puesto mi Espíritu sobre él: llevará el derecho a las naciones. 2 No gritará, ni chillará, no hará oír su voz en la calle. 3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo vacilante. Dictará sentencia según la verdad. 4 No desfallecerá ni se doblará hasta que establezca el derecho en la tierra. Las islas esperarán su ley. 6 «Yo, el Señor, te he llamado en justicia, te he tomado de la mano, te he guardado y te he destinado para alianza del pueblo, para luz de las naciones, 7 para abrir los ojos de los ciegos, para sacar de la prisión a los cautivos y del calabozo a los que yacen en tinieblas. Comentario a Isaías 42,1-4.6-7 El Señor, que ha manifestado su poder en la creación (Is 40,12-31) y que ha mostrado sus designios de salvación con los hechos realizados en la historia (Is 41,1-29), anuncia una nueva etapa en sus acciones para salvar a

Hemos venido de Oriente para adorar al rey (Mt 2,1-12)

Epifanía. Evangelio 1 Después de nacer Jesús en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes, unos Magos llegaron de Oriente a Jerusalén 2 preguntando: —¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. 3 Al oír esto, el rey Herodes se inquietó, y con él toda Jerusalén. 4 Y, reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les interrogaba dónde había de nacer el Mesías. 5 —En Belén de Judá —le dijeron—, pues así está escrito por medio del Profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel. 7 Entonces, Herodes, llamando en secreto a los Magos, se informó cuidadosamente por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella; 8 y les envió a Belén, diciéndoles: —Id e informaos bien acerca del niño; y cuando lo encontréis, avisadme para que también yo vaya a adorarle. 9

También los paganos participan de nuestra herencia (Ef 3,2-3a.5-6)

Epifanía. 2ª lectura 2 Ya habréis oído que Dios me concedió el encargo de administrar su gracia en favor vuestro, 3a pues mediante una revelación se me dio a conocer el misterio 5 que no se dio a conocer a los hijos de los hombres en otras generaciones, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 a saber, que los gentiles son coherederos, miembros de un mismo cuerpo y copartícipes de las promesas en Cristo Jesús mediante el Evangelio. Comentario a Efesios 3,2-6 En el Antiguo Testamento se había revelado por la promesa hecha a Abrahán, que en su descendencia serían bendecidas todas las naciones de la tierra (cfr Gen 12,3; Sir 44,21). Pero la forma en que se iba a realizar aquella bendición no había sido desvelada. Los judíos siempre pensaron que sería a través de su exaltación, como pueblo, entre todos los demás pueblos. San Pablo descubre, a la luz de cuanto Jesucristo le reveló, que no ha sido ese el camino elegido por Dios, sino la incorpo

Todos vendrán de Sabá cargados de oro e incienso (Is 60,1-6)

Epifanía. 1ª lectura 1 ¡Levántate, resplandece, que llega tu luz, y la gloria del Señor amanece sobre ti! 2 Mira que las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad, los pueblos, pero sobre ti amanece el Señor, sobre ti aparece su gloria. 3 Las naciones caminarán a tu luz, los reyes, al resplandor de tu aurora. 4 Alza tus ojos y mira alrededor: todos ellos se congregan, vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos, tus hijas abrazadas a su costado. 5 Entonces, mirarás y te pondrás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, pues la abundancia del mar se volcará sobre ti, llegará a ti la riqueza de las naciones. 6 Te cubrirá una multitud de camellos, dromedarios de Madián y Efá, todos vendrán de Sabá cargados de oro e incienso, y pregonando alabanzas al Señor. Comentario a Isaías 60,1-16 Estos versos son el comienzo de un magnífico himno a Jerusalén (Is 60,1-22), la ciudad restaurada e idealizada que el profeta no necesita nombrar expresamente. La luminosidad, c