3º domingo de Cuaresma – B. Evangelio 13 Pronto iba a ser la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14 Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. 15 Con unas cuerdas hizo un látigo y arrojó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas. 16 Y les dijo a los que vendían palomas: —Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado. 17 Recordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume. 18 Entonces los judíos replicaron: —¿Qué signo nos das para hacer esto? 19 Jesús respondió: —Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. 20 Los judíos contestaron: —¿En cuarenta y seis años ha sido construido este Templo, y tú lo vas a levantar en tres días? 21 Pero él se refería al Templo de su cuerpo. 22 Cuando resucitó de entre los muertos, recordaron sus discípulos que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en las pala