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Mostrando las entradas etiquetadas como Año nuevo

Le pusieron por nombre Jesús (Lc 2,16-21)

Santa María, Madre de Dios - Evangelio 16 Los pastores vinieron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. 17 Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño. 18 Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho. 19 María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón. 20 Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho. 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como le había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno. Comentario a Lucas 2,16-21 Dice el evangelista que los pastores fueron deprisa (v. 16) a Belén, porque como recuerda San Ambrosio «nadie busca a Cristo perezosamente» ( Expositio Evangelii secundum Lucam , ad loc). Ya antes se había dicho que tras la Anunciación, Nuestra Señora, había ido deprisa (1,39) a visitar a Santa Isab...

¡Abbá! Padre (Ga 4,4-7)

Santa María, Madre de Dios - 2ª lectura 4 Pero al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, 5 para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y, puesto que sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abbá, Padre!» 7 De manera que ya no eres siervo, sino hijo; y como eres hijo, también heredero por gracia de Dios. Comentario a Gálatas 4,4-7 En Cristo, Dios ofrece a todos los hombres la posibilidad de llegar a ser hijos suyos, y a todos envía el Espíritu de su Hijo. «Cualquier hombre que cree (...) ya no pertenece a la ascendencia de su padre carnal, sino a la simiente del Salvador, que se hizo precisamente Hijo del hombre, para que nosotros pudiésemos llegar a ser hijos de Dios» (S. León Magno, Sermo 6 in Nativitate 2). ...

El Señor te bendiga y te guarde (Nm 6,22-27)

Santa María, Madre de Dios - 1ª lectura 22 El Señor habló a Moisés diciendo: 23 —Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: 24 “El Señor te bendiga y te guarde, 25 el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su gracia, 26 el Señor alce su rostro hacia ti y te conceda la paz”». 27 »Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré. Comentario a Números 6,22-27 Esta fórmula de bendición es una de las más antiguas que nos ha conservado la Biblia. Se alude a ella en algunos Salmos (cfr 31,17; 67,2; etc.) y era empleada por los sacerdotes en la liturgia del Templo. Consta de tres peticiones que comienzan con el nombre del Señor. Algunos autores de la antigüedad vieron en la triple invocación un preanuncio de la Santísima Trinidad. Se implora a continuación la protección de la vida, la gracia y la paz; tres dones que resumen las aspiraciones del hombre y que sólo Dios puede otorgar en plenitud. La ...