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Pesca milagrosa y primado de Pedro (Jn 21,1-19)

Domingo 3º de Pascua – C. Evangelio 1 Después volvió a aparecerse Jesús a sus discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se apareció así: 2 estaban juntos Simón Pedro y Tomás —el llamado Dídimo—, Natanael —que era de Caná de Galilea—, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 3 Les dijo Simón Pedro: —Voy a pescar. Le contestaron: —Nosotros también vamos contigo. Salieron y subieron a la barca. Pero aquella noche no pescaron nada. 4 Cuando ya amaneció, se presentó Jesús en la orilla, pero sus discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús. 5 Les dijo Jesús: —Muchachos, ¿tenéis algo de comer? —No —le contestaron. 6 Él les dijo: —Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y casi no eran capaces de sacarla p...

Gloria al Cordero inmolado (Ap 5,11-14)

Domingo 3º de Pascua – C. 2ª lectura 11 En la visión oí un clamor de muchos ángeles que rodeaban el trono, a los seres vivos y a los ancianos. Su número era de miríadas de miríadas y millares de millares, 12 que aclamaban con gran voz: «Digno es el Cordero inmolado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». 13 Y a toda criatura que existe en el cielo y en la tierra, por debajo de la tierra y en el mar, y a todo cuanto existe en ellos, les oí decir: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos». 14 Y los cuatro seres vivos respondían: —Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron. Comentario a Apocalipsis 5,11-14 Cristo glorioso merece la misma adoración que el Padre. La grandeza de Cristo-Cordero viene reconocida y pro...

Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5,27b-32.40b-41)

Domingo 3º de Pascua – C. 1ª lectura 27b El sumo sacerdote les interrogó: 28 —¿No os habíamos mandado expresamente que no enseñaseis en ese nombre? En cambio, vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre. 29 Pedro y los apóstoles respondieron: —Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. 30 El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que vosotros matasteis colgándolo de un madero. 31 A éste lo exaltó Dios a su derecha, como Príncipe y Salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. 32 Y de estas cosas somos testigos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios ha dado a todos los que le obedecen. 40b Entonces los azotaron, les ordenaron no hablar en el nombre de Jesús y los soltaron. 41 Ellos salían gozosos de la presencia de...