31º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 28 Se acercó uno de los escribas, que había oído la discusión y, al ver lo bien que les había respondido, le preguntó: —¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? 29 Jesús respondió: —El primero es: Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; 30 y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. 31 El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. 32 Y le dijo el escriba: —¡Bien, Maestro! Con verdad has dicho que Dios es uno solo y no hay otro fuera de Él; 33 y amarle con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Viendo Jesús que le había respondido con sensatez, le dijo: —No estás lejos del Reino de Dios. Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas. A lo largo de estos capítulos,