11b Jesús
les hablaba del Reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad.
12 Empezaba
a declinar el día, y se acercaron los doce para decirle:
—Despide a la muchedumbre, para que se
vayan a los pueblos y aldeas de alrededor, a buscar albergue y a proveerse de
alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto.
13 Él
les dijo:
—Dadles vosotros de comer.
Pero ellos dijeron:
—No tenemos más que cinco panes y dos
peces, a no ser que vayamos nosotros y compremos comida para todo este gentío 14
—había unos cinco mil hombres.
Entonces les dijo a sus discípulos:
—Hacedlos sentar en grupos de
cincuenta.
15 Así
lo hicieron, y acomodaron a todos.
16 Tomando
los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo y pronunció la
bendición sobre ellos, los partió y empezó a dárselos a sus discípulos, para
que los distribuyeran entre la muchedumbre. 17 Comieron hasta que
todos quedaron satisfechos. Y de los trozos que sobraron, ellos recogieron doce
cestos.
Las acciones salvadoras de Cristo se simbolizan de modo eminente en
este milagro que acabará por provocar la confesión de Pedro (9,18-21). Antes
del milagro (v. 11), vemos a Jesús realizando acciones características de su
misión como Mesías, que, además, son las mismas que acaba de encargar a sus
discípulos (9,2.6): la proclamación del Reino de Dios y la curación de los
enfermos (cfr 4,18). Con el milagro de la multiplicación de los panes se añade
una nota más: la sobreabundancia de los dones en los tiempos mesiánicos (cfr Is
25,6; Sal 78,19-20; etc.). La acción de alimentar al pueblo en un lugar
desierto (v. 12) evoca los episodios del éxodo, cuando Dios sustentaba a su
pueblo (cfr Ex 16,1ss.), y prefigura la Eucaristía , alimento del cristiano en su camino
hacia Dios: «La
Sagrada Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo acrecienta
la unión del comulgante con el Señor, le perdona los pecados veniales y lo
preserva de pecados graves. Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante
y Cristo son reforzados, la recepción de este sacramento fortalece la unidad de
la Iglesia ,
Cuerpo místico de Cristo» (Catecismo de la Iglesia Católica ,
n. 1416).
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