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No quedará piedra sobre piedra (Lc 21,5-19)

33º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 5 Como algunos le hablaban del Templo , que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas , dijo: 6 —Vendrán días en los que de esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida. 7 Le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder? 8 Él dijo: —Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis. 9 Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato. 10 Entonces les decía: —Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo. 12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reye...

No he venido a traer paz, sino división (Lc 12, 49-53)

20º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio

49 Fuego he venido a traer a la tierra, y ¿qué quiero sino que ya arda? 50 Tengo que ser bautizado con un bautismo, y ¡qué ansias tengo hasta que se lleve a cabo! 51 ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, os digo, sino división. 52 Pues desde ahora, habrá cinco en una casa divididos: tres contra dos y dos contra tres, 53 se dividirán el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.

Comentario a Lucas 12,49-53

El fuego expresa frecuentemente en la Biblia (cfr p. ej. Dt 4,24) el amor ardiente de Dios por los hombres. Con esta imagen y con la del Bautismo (cfr Mt 10,16-42) Jesús revela sus ansias incontenibles de dar la vida por amor a los hombres. Los cristianos debemos seguir su ejemplo: «¡Oh Jesús..., fortalece nuestras almas, allana el camino y, sobre todo, embriáganos de Amor!: haznos así hogueras vivas, que enciendan la tierra con el divino fuego que Tú trajiste» (S. Josemaría Escrivá, Forja, n. 31). Sin embargo, Jesús sabe que Dios lo ha constituido «signo de contradicción» (cfr 2,34-35) y que esa contradicción afectará asimismo a sus discípulos.

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Los siete hermanos macabeos (2M 7,1-2.9-14)

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17º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 1 Después de esto partió Jesús a la otra orilla del mar de Galilea, el de Tiberíades. 2 Le seguía una gran muchedumbre porque veían los signos que hacía con los enfermos. 3 Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. 4 Pronto iba a ser la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Jesús, al levantar la mirada y ver que venía hacia él una gran muchedumbre, le dijo a Felipe: —¿Dónde vamos a comprar pan para que coman éstos? 6 —lo decía para probarle, pues él sabía lo que iba a hacer. 7 Felipe le respondió: —Doscientos denarios de pan no bastan ni para que cada uno coma un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 —Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y do...