1º domingo de Cuaresma – C. 2ª lectura
8 ¿Qué
dice la Escritura ?
«Cerca de ti está la palabra, en tu
boca y en tu corazón».
Se refiere a la palabra de la fe que
predicamos. 9 Porque si confiesas con tu boca: «Jesús es Señor», y
crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, te salvarás. 10
Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se
confiesa la fe para la salvación. 11 Ya que la Escritura dice:
«Todo el que cree en él no quedará
confundido».
12 Pues
no hay distinción entre judío y griego; porque uno mismo es el Señor de todos,
generoso con todos los que le invocan.
13 «Porque
todo el que invoque el nombre del Señor
se salvará».
Este texto muestra que es necesario aceptar internamente la divinidad
de Jesucristo, y profesarla verbalmente. Se señala así la necesidad de la
confesión o «profesión de la fe», como es práctica general de la Iglesia desde los
comienzos hasta hoy. El título de «Señor» (hebreo Adonai), nombre con que los judíos, a partir del s. III a.C.,
suelen sustituir el de Yhwh (que no se pronunciaba por respeto), se aplica aquí
a Jesucristo, expresando así su divinidad. El sujeto del verbo «confesar» en
segunda persona, en el v. 9, no hace distinción entre judío o griego (cfr v.
12). Se cumple así lo profetizado por Joel (v. 13).
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