Ir al contenido principal

También sobre los gentiles se derramaba el don del Espíritu Santo (Hch 10,25-26.34-35.44-48)

6º domingo de Pascua – B. 1ª lectura

25 En el momento en que entraba Pedro, salió Cornelio a su encuentro y, postrándose, le adoró. 26 Pero Pedro le incorporó diciendo:
—Levántate, que también yo soy un simple hombre.
34 Pedro comenzó a hablar:
—En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en cualquier pueblo le es agradable todo el que le teme y obra la justicia.
44 Todavía estaba diciendo Pedro estas cosas cuando descendió el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban la palabra; 45 y los fieles que procedían de la circuncisión y que habían acompañado a Pedro quedaron atónitos, porque también sobre los gentiles se derramaba el don del Espíritu Santo; 46 pues les oían hablar lenguas y glorificar a Dios. Entonces habló Pedro:
47 —¿Podrá alguien negar el agua del bautismo a estos que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?
48 Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedase algunos días.

Comentario a Hechos 10,25-48

La conversión del pagano Cornelio al cristianismo es uno de los puntos culminantes del libro de los Hechos. Manifiesta la dimensión universal del Evangelio y hace ver que la fuerza del Espíritu Santo no conoce límites ni barreras. Por ello, como en otras ocasiones, Lucas lo narra dos veces: en este ­capítulo, según el orden de los acontecimientos y con muchos detalles que subrayan y ayudan a entender los puntos fundamentales, y en el siguiente (11,1-18), según la justificación de Pedro ante los hermanos de Jerusalén.

En casa de Cornelio, Pedro comprende con profundidad que ha sido Dios quien ha guiado todos sus pasos (vv. 28-29). Cuando oye la explicación del centurión (vv. 30-33) entiende (v. 34) el pleno significado de lo que había oído en la enseñanza de Jesús y se da cuenta de que, en los planes salvadores de Dios, judíos y paganos son iguales.

Sin embargo, la acción del Espíritu Santo va más lejos que la de los hombres. A Cornelio el ángel sólo le había dicho que mandara venir a Pedro y escuchara sus palabras (vv. 5.22.33) y por eso Pedro, en un apretado discurso, síntesis de todo el Evangelio (vv. 37-43; cfr nota a Mc 1,14-8,30), predica la verdad de Cristo Jesús. En el discurso de Pentecostés, Pedro había presentado a Jesús ante un auditorio judío, como «Señor y Cristo» (2,36); ahora lo hace como «Juez de vivos y muertos» (v. 42), prerrogativa que en el Antiguo Testamento era exclusiva de Dios. En el ámbito humano, que podían entender fácilmente Cornelio y su casa, funcionarios del Imperio romano, la suprema potestad de juzgar la tenía el César. Los Apóstoles enseñan que el juicio último del hombre no pertenece a ninguna autoridad humana.

Tras la predicación la iniciativa es, de nuevo, del Espíritu Santo quien, con manifestaciones semejantes a las de Pentecostés (v. 46), se adelanta a la acción del Apóstol (vv. 47-48). En vista de esto, Pedro manda bautizar a los primeros gentiles sin exigirles la circuncisión. Ésa es la obra del Espíritu Santo, enviado por Cristo, «para defender y santificar a la Iglesia, como guía de almas y timonel de la humanidad en tempestad, luz que guía a los errantes, árbitro que preside las luchas y coronación de los vencedores» (S. Cirilo de Jerusalén, Catecheses 17,3).

Comentarios

Entradas más visitadas de este blog

La vida de familia (Col 3,12-21)

Sagrada Familia. 2ª lectura 12 Por tanto, como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia , de bondad, de humildad , de mansedumbre , de paciencia. 13 Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra otro; como el Señor os ha perdonado, hacedlo así también vosotros. 14 Sobre todo, revestíos con la caridad , que es el vínculo de la perfección. 15 Y que la paz de Cristo se adueñe de vuestros corazones: a ella habéis sido llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente. Enseñaos con la verdadera sabiduría, animaos unos a otros con salmos , himnos y cánticos espirituales , cantando agradecidos en vuestros corazones. 17 Y todo cuanto hagáis de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. 18 Mujeres: estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos: amad a vuestras mujeres y no seáis áspero...

Mirad, la virgen está encinta (Is 7,10-14)

Domingo 4º Adviento - Primera lectura. 10 Y el Señor siguió hablando a Ajaz: 11 —Pídele al Señor, tu Dios, un signo, en el fondo del seol o en lo alto del cielo. 12 Pero Ajaz dijo: —No lo pediré y no tentaré al Señor. 13 Entonces respondió: —Escuchad, casa de David : «¿Os parece poco cansar a los hombres para que canséis también a mi Dios? 14 Pues bien, el propio Señor os da un signo. Mirad, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Enmanuel . Comentario a Isaías 7,10-14 Las palabras de la lectura se enmarcan en un encuentro entre Isaías y el rey Ajaz, en el que el monarca se debate en la duda de qué postura tomar ante las presiones que recibe para que su reino se incorpore a la coalición antiasiria formada por Israel (aquí también llamado ­ Efraím ) —cuya capital era Samaría — y por Siria —cuya capital era Damasco —. De Tabeel (o Tabeal) (v. 6) no se conoce más de lo que aquí se dice. Quizá fuera un alto funcionario, dispuesto a seguir...

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz (Is 9,1-3.5-6)

Navidad. Misa de Medianoche. 1ª lectura 1 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz, a los que habitaban en tierra de sombras de muerte, les ha brillado una luz. 2 Multiplicaste el gozo, aumentaste la alegría. Se alegran en tu presencia con la alegría de la siega, como se gozan al repartirse el botín. 3 Porque el yugo que los cargaba, la vara de su hombro, el cetro que los oprimía, los quebraste como el día de Madián. 5 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Sobre sus hombros está el imperio, y lleva por nombre: Consejero maravilloso, Dios fuerte , Padre sempiterno, Príncipe de la paz . 6 El imperio será engrandecido, y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para sostenerlo y consolidarlo con el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo hará. Comentario a Isaías 9,1-6 A partir de Is 8,23 comienza a hacerse presente, aún entre sombras, la figura del rey Eze...