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No quedará piedra sobre piedra (Lc 21,5-19)

33º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 5 Como algunos le hablaban del Templo , que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas , dijo: 6 —Vendrán días en los que de esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida. 7 Le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder? 8 Él dijo: —Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis. 9 Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato. 10 Entonces les decía: —Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo. 12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reye...

Todos participamos de un solo pan (1 Co 10,16-17)

Corpus Christi – A. 2ª lectura
16 El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos ¿no es la comunión del Cuerpo de Cristo? 17 Puesto que el pan es uno, muchos somos un solo cuerpo, porque todos participamos de un solo pan.
Estas palabras forman parte de un pasaje más amplio en el que San Pablo está hablando acerca de si se deben o no comer las carnes sacrificadas a los ídolos (cfr. 1 Co 10,14-22). Aunque los ídolos no son nada, la participación en los sacrificios sería idolatría (cfr 1 Co 10,20). San Pablo ratifica su enseñanza comparándola con el sacrificio eucarístico. La palabra clave es «comunión» (1 Co 10,16.18,20), que significa intimidad, unión. Su efecto principal es la unión íntima con Jesucristo, como han subrayado los Santos Padres: «¿Qué es en realidad el pan? El Cuerpo de Cristo. ¿Que se hacen los que comulgan? Cuerpo de Cristo» (S. Juan Crisóstomo, In 1 Corinthios 24, ad loc.). Por eso, la participación en los banquetes idolátricos es incompatible con la comunión eucarística, pues rompe la unión con Cristo y con los demás cristianos. Las palabras de Pablo enseñan dos verdades fundamentales sobre la Eucaristía: su carácter sacrificial, al ponerla en relación con los sacrificios paganos (cfr 1 Co 10, 21), y la presencia real de Jesucristo, al afirmar que es la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo (cfr 1 Co 10,16): «En este divino sacrificio, que en la Misa se realiza, se contiene e incruentamente se inmola aquel mismo Cristo que una sola vez se ofreció Él mismo cruentamente en el altar de la Cruz (cfr Hb 9,27) (...). Una sola y la misma es, en efecto, la víctima, y el que ahora se ofrece por el ministerio de los sacerdotes, es el mismo que entonces se ofreció a sí mismo en la cruz, siendo sólo distinta la manera de ofrecerse» (Conc. de Trento, De SS. Missae sacrificio, cap. 2).

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Quien no quiera trabajar, que no coma (2 Ts 3,7-12)

33º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 7 Vosotros sabéis bien cómo debéis imitarnos, porque entre vosotros no estuvimos ociosos; 8 y no comimos gratis el pan de nadie, sino que trabajamos día y noche con esfuerzo y fatiga, para no ser gravosos a ninguno. 9 No porque no tuviéramos derecho, sino para mostrarnos ante vosotros como modelo que imitar. 10 Pues también cuando estábamos con vosotros os dábamos esta norma: «Si alguno no quiere trabajar, que no coma». 11 Pues oímos que hay algunos que andan ociosos entre vosotros sin hacer nada pero curioseándolo todo. 12 A esos les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo a que coman su propio pan trabajando con serenidad. Comentario a 2 Tesalonicenses 3,7-12 Pensando equivocadamente en la inminencia de la Parusía, había en Te­salónica algunos que no trabajaban . Por eso, el recuerdo del trabajo abnegado de San Pablo , para ganarse allí el sustento y no resultar gravoso a nadie, debía ser estímulo para los tesalonicenses ....