Ir al contenido principal

No quedará piedra sobre piedra (Lc 21,5-19)

33º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 5 Como algunos le hablaban del Templo , que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas , dijo: 6 —Vendrán días en los que de esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida. 7 Le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder? 8 Él dijo: —Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis. 9 Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato. 10 Entonces les decía: —Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo. 12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reye...

Les ha brillado una luz (Is 8,23b-9,3)

3º domingo del Tiempo ordinario – A . 1ª lectura
23 Pero no habrá más tinieblas
donde había angustia.
Así como en el tiempo primero menospreció la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, en el tiempo postrero honrará el camino del Mar, al otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles.
1 El pueblo que caminaba en tinieblas
vio una gran luz,
a los que habitaban en tierra de sombras de muerte,
les ha brillado una luz.
2 Multiplicaste el gozo,
aumentaste la alegría.
Se alegran en tu presencia
con la alegría de la siega,
como se gozan al repartirse el botín.
3 Porque el yugo que los cargaba,
la vara de su hombro,
el cetro que los oprimía,
los quebraste como el día de Madián.
Comienza a hacerse presente, aún entre sombras, la figura del rey Ezequías, que a diferencia de su padre Ajaz, fue un rey piadoso que confió totalmente en el Señor. Después de que Galilea fuera devastada por Teglatpalasar III de Asiria, con la consiguiente deportación del pueblo que vivía allí (cfr Is 8,21-22), el rey Ezequías de Judá reconquistaría esa zona, que recobraría su proverbial esplendor durante un cierto tiempo. Estos sucesos abrieron de nuevo paso a la esperanza.
Esa reconquista efímera de Galilea realizada por Ezequías ha sido vista sólo como anuncio de la definitiva salvación realizada por Jesucristo. San Mateo ve en el comienzo del ministerio de Jesús en Galilea (Mt 4,12-17) el cumplimiento de este oráculo de Isaías (cfr 8,23-9,1): las tierras que en tiempo del profeta se encontraban devastadas y a las que los asirios habían llevado gentes extranjeras para colonizarlas, han sido las primeras en recibir la luz de la salvación del Mesías.

Comentarios

Entradas más visitadas de este blog

Himno a la caridad (1 Co 12,31—13,13)

4º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12,31 Aspirad a los carismas mejores. Sin embargo, todavía os voy a mostrar un camino más excelente. 13,1 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, sería como el bronce que resuena o un golpear de platillos. 2 Y aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tuviera tanta fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, no sería nada. 3 Y aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, si no tengo caridad, de nada me aprovecharía. 4 La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, 5 no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, 6 no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; 7 todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad n...

Los siete hermanos macabeos (2M 7,1-2.9-14)

32º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 1 Sucedió que siete hermanos, que habían sido detenidos con su madre, eran obligados por el rey a comer carne de cerdo prohibida, flagelándoles con látigos y vergajos. 2 Uno de ellos, haciendo de portavoz, habló así: —¿Qué quieres preguntarnos o saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que transgredir las leyes de nuestros padres. El segundo, 9 estando en el último suspiro dijo: —Tú, malvado, nos borras de la vida presente, pero el rey del mundo nos resucitará a una vida nueva y eterna a quienes hemos muerto por sus leyes. 10 Después de éste comenzó a ser torturado el tercero, y, cuando se lo mandaron, sacó inmediatamente la lengua y extendió voluntariamente las manos. 11 Y dijo con dignidad: —De Dios he recibido estos miembros, y, por sus leyes, los desprecio; pero espero obtenerlos nuevamente de Él. 12 De esta forma el rey mismo y los que le acompañaban quedaron admirados de la valentía del joven, como si no diera ...

Completo lo que falta a los padecimientos de Cristo (Col 1,24-28)

16º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 24 Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia. 25 De ella he sido yo constituido servidor por disposición divina, dada en favor vuestro: para cumplir el encargo de anunciar la palabra de Dios, es decir, 26 el m isterio que estuvo escondido durante siglos y generaciones y que ahora ha sido manifestado a sus santos. 27 En efecto, Dios quiso dar a conocer a los suyos las riquezas de gloria que contiene este misterio para los gentiles: es decir, que Cristo está en vosotros y es la esperanza de la gloria. 28 Nosotros lo anunciamos exhortando a todo hombre y enseñando a cada uno con la verdadera sabiduría, para hacer a todos perfectos en Cristo. ¿Qué entiende San Pablo por «lo que falta a los sufrimientos de Cristo» (v. 24)? De modo muy sencillo, resume San Alfonso Mª de Ligorio la respuesta más común: «¿Es que la Pa...