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Mostrando entradas de octubre, 2025

Los diez leprosos (Lc 17,11-19)

28º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 11 Al ir de camino a Jerusalén, atravesaba los confines de Samaría y Galilea; 12 y, cuando iba a entrar en un pueblo, le salieron al paso diez leprosos, que se detuvieron a distancia 13 y le dijeron gritando: —¡Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros! 14 Al verlos, les dijo: —Id y presentaos a los sacerdotes. Y mientras iban quedaron limpios. 15 Uno de ellos, al verse curado, se volvió glorificando a Dios a gritos, 16 y fue a postrarse a sus pies dándole gracias. Y éste era samaritano. 17 Ante lo cual dijo Jesús: —¿No son diez los que han quedado limpios? Los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero? 19 Y le dijo: —Levántate y vete; tu fe te ha salvado. Comentario a Lucas 17,11-19 Según la Ley de Moisés (Lv 13,45-46...

Si perseveramos, reinaremos con Él (2 Tm 2,8-13)

28º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 8 Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los muertos, descendiente de David, como predico en mi evangelio, 9 por el que estoy sufriendo hasta verme entre cadenas como un malhechor: ¡pero la palabra de Dios no está encadenada! 10 Por eso, todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación, que está en Cristo Jesús, junto con la gloria eterna. 11 Podéis estar seguros: Si morimos con él, también viviremos con él; 12 si perseveramos, también reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará; 13 si no somos fieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Comentario a 2 Timoteo 2,8-13 Los padecimientos de Pablo, encarcelado por predicar el Evangelio, son un título de gloria, pues en el martirio el discípulo se asemeja al Maestro...

La curación de Naamán el sirio (2 R 5,14-17)

28º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 14 Naamán bajó y se metió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios, y entonces su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio. 15 Volvió con todo su acompañamiento adonde estaba el hombre de Dios, entró y se detuvo ante él diciendo: —Reconozco ciertamente que no hay otro Dios en toda la tierra sino el Dios de Israel. Ahora, por favor, recibe un regalo de tu siervo. 16 Le respondió: —Por la vida del Señor en cuya presencia me mantengo, que no lo aceptaré. Le insistió para que lo aceptase, pero él rehusó. 17 Dijo entonces Naamán: —Pues si no, que se le conceda a tu siervo la carga de tierra de un par de mulas, pues tu siervo no ha de ofrecer holocausto ni sacrificio alguno a otros dioses, sino al Señor. Comentario a 2 Reyes 5,...