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Mostrando entradas de mayo, 2025

Vosotros sois testigos (Lc 24,46-53)

Ascensión del Señor – C. Evangelio 46 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —Así está escrito: que el Cristo tiene que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día, 47 y que se predique en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las gentes, comenzando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 Y sabed que yo os envío al que mi Padre ha prometido. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza de lo alto. 50 Los sacó hasta cerca de Betania y levantando sus manos los bendijo. 51 Y mientras los bendecía, se alejó de ellos y comenzó a elevarse al cielo. 52 Y ellos le adoraron y regresaron a Jerusalén con gran alegría. 53 Y estaban continuamente en el Templo bendiciendo a Dios. Comentario a Lucas 24,46-53 En estas últimas palabras del Señor en el Evangelios de San Lucas se compendia todo lo que desarrollará después en el libro de los Hechos de los Apóstoles : está en el designio de Dios la predicación ...

Lo sentó a su derecha en los cielos (Ef 1,17-23)

Ascensión del Señor. 2ª lectura 17 Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda el Espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle; 18 iluminando los ojos de vuestro corazón, para que sepáis cuál es la esperanza a las que os llama, cuáles las riquezas de gloria dejadas en su herencia a los santos, 19 y cuál es la suprema grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa. 20 Él la ha puesto por obra en Cristo resucitándole de entre los muertos y sentándole a su derecha en los cielos, 21 por encima de todo principado, potestad, virtud y dominación y de todo cuanto existe, no sólo en este mundo sino también en el venidero. 22 Todo lo sometió bajo sus pies y a él lo constituyó cabeza de todas las cosas en favor de la Iglesia, 23 que es su cuerpo, la pleni...

La ascensión de Jesús a los cielos (Hch 1,1-11)

Ascensión del Señor. 1ª lectura 1 Escribí el primer libro, querido Teófilo, sobre todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar 2 hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por el Espíritu Santo a los apóstoles que él había elegido, fue elevado al cielo. 3 También después de su Pasión, él se presentó vivo ante ellos con muchas pruebas: se les apareció durante cuarenta días y les habló de lo referente al Reino de Dios. 4 Mientras estaba a la mesa con ellos les mandó no ausentarse de Jerusalén, sino esperar la promesa del Padre: —La que oísteis de mis labios: 5 que Juan bautizó con agua; vosotros, en cambio, seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días. 6 Los que estaban reunidos allí le hicieron esta pregunta: —Señor, ¿es aho...

Promesa del Espíritu Santo (Jn 14,23-29)

Domingo 6º de Pascua – C. Evangelio 23 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que escucháis no es mía sino del Padre que me ha enviado. 25 Os he hablado de todo esto estando con vosotros; 26 pero el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28 Habéis escuchado que os he dicho: «Me voy y vuelvo a vosotros». Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. 29 Os lo he dicho ahora antes de que suceda, para que cuando ocurra creá...

La nueva Jerusalén (Ap 21,10-14.22-23)

Domingo 6º de Pascua – C. 2ª lectura 10 [Uno de los siete ángeles] me llevó en espíritu a un monte de gran altura y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, 11 reflejando la gloria de Dios: su luz era semejante a una piedra preciosísima, como la piedra de jaspe, transparente como el cristal. 12 Tenía una muralla de gran altura con doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y unos nombres escritos que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur y tres puertas al occidente. 14 La muralla de la ciudad tenía doce pilares y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. 22 Pero no vi templo alguno en ella, pues su templo es el Señor Dios omnipotente y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de que la alumbren el sol ni la luna: la ilumina la gloria de Dios y su l...

El concilio de Jerusalén (Hch 15,1-2.22-29)

Domingo 6º de Pascua – C. 1ª lectura 1 Algunos que bajaron de Judea enseñaban a los hermanos: —Si no os circuncidáis según la costumbre mosaica no podéis salvaros. 2 Se produjo entonces una conmoción y controversia no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos. Decidieron que Pablo y Bernabé, con algunos otros, acudieran a los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para tratar esta cuestión. 22 Entonces les pareció bien a los apóstoles y a los presbíteros, y a toda la Iglesia, enviar a Antioquía con Pablo y Bernabé a algunos varones elegidos de entre ellos: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, destacados entre los hermanos. 23 Con ellos les enviaron este escrito: «Los apóstoles y presbíteros hermanos, a los hermanos de la gentilidad que viven en Antioquía, Siria y Cilicia: saludos. 24 Puesto que hemos o...

El mandamiento nuevo (Jn 13,31-33a.34-35)

Domingo 5º de Pascua – C. Evangelio 31 Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: —Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. 32 Si Dios es glorificado en él, también Dios le glorificará a él en sí mismo; y pronto le glorificará. 33a Hijos, todavía estoy un poco con vosotros. 34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros. Como yo os he amado, amaos también unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros. Comentario a Juan 13,31-35 Los preceptos del Señor se resumen en uno solo: el Mandamiento Nuevo del amor (vv. 34-35). El precepto de la caridad compendia toda la ley de la Iglesia y es signo distintivo del cristiano: «Todos pueden signarse con la señal de la cruz de Cristo; todos pueden responder amén; todos pueden cantar aleluya; todos pu...

Cielos nuevos y tierra nueva (Ap 21,1-5a)

Domingo 5º de Pascua – C. 2ª lectura 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. 2 Vi también la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo. 3 Y oí una fuerte voz procedente del trono que decía: —Ésta es la morada de Dios con los hombres: Habitará con ellos y ellos serán su pueblo, y Dios, habitando realmente en medio de ellos, será su Dios. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque todo lo anterior ya pasó. 5a El que estaba sentado en el trono dijo: —Mira, hago nuevas todas las cosas. Comentario a Apocalipsis 21,1-5 Eliminadas todas las fuerzas del mal, incluso la muerte, el autor contempla ahora, como momento culminante del libro, la instauraci...

Confortaban los ánimos de los discípulos (Hch 14,21b-27)

Domingo 5º de Pascua – C. 1ª lectura 21b En aquellos días, Pablo y Bernabé se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, 22 confortando los ánimos de los discípulos y exhortándoles a perseverar en la fe, diciéndoles que es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones. 23 Tras designar presbíteros en cada iglesia, haciendo oración y ayunando, les encomendaron al Señor, en quien habían creído. 24 Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia; 25 y después de predicar la palabra en Perge bajaron hasta Atalía. 26 Desde allí navegaron hasta Antioquía, de donde habían salido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado. 27 Al llegar, reunieron a la iglesia y contaron todo lo que el Señor había hecho por mediación de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puert...

Jesús, el buen pastor (Jn 10,27-30)

Domingo 4º de Pascua – C. Evangelio En aquel tiempo, dijo Jesús: 27 Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y me siguen. 28 Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos; y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno. Comentario a Juan 10.27-30 Jesús vuelve a servirse de la imagen del pastor. Es como si dijera —comenta San Gregorio Magno— que «la prueba de que conozco al Padre y el Padre me conoce a mí (...) es la caridad con que muero por mis ovejas» ( Homiliae in Evangelia 14,3). Quienes se resistan a reconocer que Jesús realiza sus obras de parte de su Padre no podrán creer. Jesús da su gracia a todos, pero algunos ponen obstáculos y no quieren abrirse a la fe. «Puedo ver gracias a la luz del sol; pero si cierro los ojos, no veo: esto no es por culpa del sol sino por culpa mía, porque al cerrar los ojos impido que me llegue la luz solar» (Sto. Tomás de Aquino, Su...

Una gran multitud que nadie podía contar (Ap 7,9.14b-17)

Domingo 4º de Pascua – C. 2ª lectura 9 Después de esto, en la visión, apareció una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos con túnicas blancas, y con palmas en las manos. Entonces uno de los ancianos intervino y me dijo: —Éstos que están vestidos con túnicas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? 14b —Señor mío, tú lo sabes —le respondí yo. Y me dijo: —Éstos son los que vienen de la gran tribulación, los que han lavado sus túnicas y las han blanqueado con la sangre del Cordero. 15 Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que se sienta en el trono habitará en medio de ellos. 16 Ya no pasarán hambre, ni tendrán sed, no les agobiará el sol, ni calor alguno, 17 pues el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor, que los conducirá a las fuentes de las aguas de la vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos. Comentario a Apocali...

Nos dirigimos a los gentiles (Hch 13,14.43-52)

Domingo 4º de Pascua – C. 1ª lectura 14 Pablo y Bernabé siguieron desde Perge y llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 43 Terminada la reunión, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, que les exhortaban y persuadían a permanecer en la gracia de Dios. 44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para oír la palabra del Señor. 45 Cuando los judíos vieron la muchedumbre se llenaron de envidia y contradecían con injurias las afirmaciones de Pablo. 46 Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: —Era necesario anunciaros en primer lugar a vosotros la palabra de Dios, pero ya que la rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles. 47 Pues así nos lo mandó el Señor: Te he puesto como luz de los g...