Ir al contenido principal

Edificó su casa sobre roca (Mt 7,21-27)

9º domingo del Tiempo ordinario – A . Evangelio
21 »No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. 22 Muchos me dirán aquel día: «Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y hemos expulsado los demonios en tu nombre, y hemos hecho prodigios en tu nombre?» 23 Entonces yo declararé ante ellos: «Jamás os he conocido: apartaos de mí, los que obráis la iniquidad».
24 »Por lo tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica, es como un hombre prudente que edificó su casa sobre roca; 25 y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó porque estaba cimentada sobre roca.
26 »Pero todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica es como un hombre necio que edificó su casa sobre arena; 27 y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremenda su ruina.
El Señor insiste en que el discípulo será juzgado por sus obras (vv. 15-20), que son las que pondrán de manifiesto si cumplió la voluntad del Padre en la tierra (vv. 21-23).
Los falsos profetas de los que había hablado poco antes (v. 15) eran, en el Antiguo Testamento (cfr Jr 23,9-40), aquellos que, sin ser enviados por Dios, embaucaban al pueblo. Jesús previene frente a ellos, advirtiendo a los discípulos que no miren a las apariencias sino a las obras, y dando un criterio de discernimiento: si son de Dios, tendrán buenos frutos.
Por eso, la entrada en el Reino, la pertenencia a la Iglesia, se demuestra con obras, no sólo con palabras: es necesario dar frutos buenos (v. 19), cumplir la voluntad del Padre (v. 21), y traducir en la práctica diaria las palabras de Jesús (v. 24). Muy gráficamente recomienda Fray Luis de Granada: «Mira que no es ser buen cristiano solamente rezar y ayunar y oír Misa, sino que te halle Dios fiel, como a otro Job y otro Abrahán, en el tiempo de la tribulación» (Guía de pecadores 1,2,21).
La parábola de quien edifica sobre roca (vv. 24-27) resume la conducta del que desea entrar en el Reino de Dios que se va haciendo presente en la Iglesia. Quien se esfuerza por llevar a la práctica las enseñanzas de Jesús, aunque vengan tribulaciones personales, o se vea rodeado del error, permanecerá fuerte en la fe, como el hombre sabio que edifica su casa sobre roca.

Comentarios

Entradas más visitadas de este blog

Vendrán a Jerusalén de todas las naciones (Is 66,18-21)

21º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 18 Yo, que conozco sus obras y sus pensamientos, vendré para reunir a todas las naciones y lenguas, que vendrán y verán mi gloria. 19 Pondré en ellos una señal y enviaré los supervivientes de ellos a las naciones, a Tarsis, Put, Lud, Mésec, Ros, Tubal y Yaván, a las islas remotas, que no oyeron hablar de mí ni vieron mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria a las naciones. 20 Traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, como ofrenda al Señor, a caballo y en carros, en literas, en mulos y dromedarios a mi monte santo, a Jerusalén —dice el Señor—, del mismo modo que los hijos de Israel traen la oblación en recipientes puros al Templo del Señor. 21 Y tomaré también de entre ellos sacerdotes y levitas —dice el Señor—. Comentario a Isaías 66,18-21 El ...

El Señor corrige al que ama (Hb 12,5-7.11-13)

21º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 5 Habéis olvidado la exhortación dirigida a vosotros como a hijos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te desanimes cuando Él te reprenda; 6 porque el Señor corrige al que ama y azota a todo aquel que reconoce como hijo. 7 Lo que sufrís sirve para vuestra corrección. Dios os trata como a hijos, ¿y qué hijo hay a quien su padre no corrija? 11 Toda corrección, al momento, no parece agradable sino penosa, pero luego produce fruto apacible de justicia en los que en ella se ejercitan. 12 Por lo tanto, levantad las manos caídas y las rodillas debilitadas, 13 y dad pasos derechos con vuestros pies, para que los miembros cojos no se tuerzan, sino más bien se curen. Comentario a Hebreos 12,5-13 Siguiendo el ejemplo de Jesús —que dio su vida por nuestros pecados, entregándola hasta la muer...

Himno a la caridad (1 Co 12,31—13,13)

4º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12,31 Aspirad a los carismas mejores. Sin embargo, todavía os voy a mostrar un camino más excelente. 13,1 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, sería como el bronce que resuena o un golpear de platillos. 2 Y aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tuviera tanta fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, no sería nada. 3 Y aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, si no tengo caridad, de nada me aprovecharía. 4 La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, 5 no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, 6 no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; 7 todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad n...