32º domingo del Tiempo ordinario – A . 1ª lectura 12 La sabiduría es resplandeciente e imperecedera, los que la aman la contemplan con facilidad, los que la buscan, la encuentran. 13 Se adelanta a darse a conocer a quienes la anhelan. 14 Quien madruga por ella no pasará fatigas, la encontrará sentada a la puerta. 15 Pensar en ella es sensatez perfecta, quien vela por ella pronto estará libre de preocupaciones. 16 Que ella misma anda buscando a los que le son dignos, se les muestra en los caminos con actitud benigna y les sale al encuentro llena de solicitud. Exaltación de la sabiduría. No es fácil distinguir cuándo el hagiógrafo se refiere a la Sabiduría divina y cuándo a la sabiduría participada por el hombre. Se ensalza el resplandor y la incorruptibilidad de la sabiduría (v. 12). Ésta aparece personificada: «se adelanta a darse a conocer», «sale al encuentro» de los que la anhelan (vv. 13.16); «está sentada» a la puerta de los que «madrugan por ella»...