Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como 1 Timoteo

Dios quiere que todos los hombres se salven (1 Tm 2,1-8)

25º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 1 Te encarezco ante todo que se hagan súplicas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, 2 por los emperadores y todos los que ocupan altos cargos, para que pasemos una vida tranquila y serena con toda piedad y dignidad. 3 Todo ello es bueno y agradable ante Dios, nuestro Salvador, 4 que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. 5 Porque uno solo es Dios y uno solo también el mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre, 6 que se entregó a sí mismo en redención por todos. Éste es el testimonio dado a su debido tiempo. 7 Yo he sido constituido mensajero y apóstol de ese testimonio —digo la verdad, no miento—, doctor de los gentiles en la fe y en la verdad. 8 Por tanto, quiero que los hombres hagan oración en todo lugar, alzando sus manos inocentes, sin ira ni disensiones. C...

Jesús vino a salvar a los pecadores (1Tm 1,12-17)

24º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12 Doy gracias a aquel que me ha llenado de fortaleza, a Jesucristo nuestro Señor, porque me ha considerado digno de su confianza al conferirme el ministerio, 13 a mí, que antes era blasfemo, perseguidor e insolente. Pero alcancé misericordia porque actué por ignorancia cuando no tenía fe. 14 Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y la caridad, en Cristo Jesús. 15 Podéis estar seguros y aceptar plenamente esta verdad: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y de ellos el primero soy yo. 16 Pero por eso he alcanzado misericordia, para que yo fuera el primero en quien Cristo Jesús mostrase toda su longanimidad, y sirviera de ejemplo a quienes van a creer en él para llegar a la vida eterna. 17 Al rey de los siglos, al inmortal, invisible y único Dios, honor y gloria por los siglo...

Lealtad a la fe recibida (1 Tm 6,11-16)

26º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 11 Tú, hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la constancia y la mansedumbre. 12 Pelea el noble combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que has sido llamado y para la que hiciste solemne profesión en presencia de muchos testigos. 13 Te ordeno en la presencia de Dios, que da vida a todo, y de Cristo Jesús, que dio el solemne testimonio ante Poncio Pilato, 14 que conserves lo mandado, sin tacha ni culpa, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 15 manifestación que hará patente en el momento oportuno el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores; 16 el único que es inmortal, el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén. La obligación de ser leales y atenerse a lo mandado, dando testimonio ante todos de la fe que se profesa, se urge en la presencia de Dios Padre ...