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De lo que rebosa el corazón, habla la boca (Lc 6,39-45)

8º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 39 Les dijo también una parábola: — ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? 40 No está el discípulo por encima del maestro; todo aquel que esté bien instruido podrá ser como su maestro. 41 ¿Por qué te fijas en la mota del ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que saque la mota que hay en tu ojo», no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita: saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad cómo sacar la mota del ojo de tu hermano. 43 Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni tampoco árbol malo que dé buen fruto. 44 Pues cada árbol se conoce por su fruto; no se recogen higos de los espinos, ni se vendimian ...

Dios nos da la victoria sobre la muerte por medio de Jesucristo (1 Co 15,54-58)

8º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura Y cuando este cuerpo corruptible se haya revestido de incorruptibilidad, y este cuerpo mortal se haya revestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido absorbida en la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? 56 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la ley. 57 Pero demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo. 58 Por tanto, amados hermanos míos, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, sabiendo que en el Señor vuestro trabajo no es vano. Comentario a 1 Corintios 15,54 Poco antes, San Pablo ha afirmado que «No todos moriremos, pero todos seremos transformados» (v. 51). Con lenguaje apocalíptico (sonido de la trompeta, uso de la pri...

No elogies a nadie antes de que hable (Si 27,4-7)

8º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 4 Cuando se agita la criba, quedan las granzas, igual que los defectos cuando un hombre parlotea. 5 El horno prueba los vasos del alfarero, y la prueba del hombre está en su conversación. 6 El fruto muestra cómo se cultivó un árbol, así, la palabra, los pensamientos del corazón humano. 7 No alabes a un hombre antes de que hable, porque ésa es la prueba de los hombres. Comentario a Eclesiástico 27,4-7 Como en otras ocasiones, los proverbios recogidos en este capítulo, de los que estos cuatro son una muestra, reflejan muchas veces la sabiduría popular y así se invita a obrar no fiado sólo en el momento presente o guiado por un análisis superficial, pues las consecuencias de los actos pueden volverse contra uno (cfr por ejemplo 27,28 - 33). Sin embargo, el motivo profundo que guía a Sirácida es religioso: s...

Sed misericordiosos (Lc 6,27-38)

7º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 27 Pero a vosotros que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; 28 bendecid a los que os maldicen y rogad por los que os calumnian. 29 Al que te pegue en una mejilla ofrécele también la otra, y al que te quite el manto no le niegues tampoco la túnica. 30 Da a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. 31 Como queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo de igual manera con ellos. 32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis?, pues también los pecadores aman a quienes les aman. 33 Y si hacéis el bien a quienes os hacen el bien, ¿qué mérito tendréis?, pues también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tendréis?, pues también...

El hombre terreno y el hombre celestial (1 Co 15,45-49)

7º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura Así está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho ser vivo; el último Adán, espíritu que da vida. 46 Pero no es primero lo espiritual, sino lo natural; después lo espiritual. 47 El primer hombre, sacado de la tierra, es terreno; el segundo hombre es del cielo. 48 Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el celestial, así son los celestiales. 49 Y como hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del hombre celestial. Comentario a 1 Corintios 15,45-49 Para exponer cómo tendrá lugar la resurrección de los muertos, el Apóstol utiliza comparaciones tomadas del reino vegetal, animal y mineral, para que pueda entenderse mejor (vv. 36-41). «Este “cómo ocurrirá la resurrección” sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; ...

La misericordia de David (1S 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23)

7º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 2 Se levantó Saúl y bajó al desierto de Zif acompañado de tres mil hombres selectos de Israel para buscar a David en el desierto de Zif. 7 David y Abisay llegaron donde la tropa de noche y encontraron a Saúl acostado, durmiendo en el centro del campamento con su lanza a su cabecera clavada en tierra. Abner y la tropa estaban acostados a su alrededor. 8 Abisay dijo a David: — Dios pone hoy a tu enemigo en tus manos. Déjame ahora clavarle en tierra con su lanza. No necesitaré repetir el golpe. 9 Pero David dijo a Abisay: — No lo mates. ¿Quién alzó su mano contra el ungido del Señor y quedó impune? 12 Tomó, pues, David la lanza y el jarro de agua que estaba a la cabecera de Saúl y se fueron. No hubo nadie que los viera o que se diera cuenta y los despertara; todos dormían porque el Señor hab...

Las bienaventuranzas (Lc 6,17.20-26)

6º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 17 Bajando con ellos, se detuvo en un lugar llano. Y había una multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo procedente de toda Judea y de Jerusalén y del litoral de Tiro y Sidón. 20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, comenzó a decir: — Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. 21 »Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. »Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 »Bienaventurados cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como maldito, por causa del Hijo del Hombre. 23 Alegraos en aquel día y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo; pues de este modo se comportaban sus padres con los se comportaban sus padres con los falsos profetas! 24 »Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo! 25 »¡Ay de vosotros los que ahora estáis hartos, p...